La Bendición de las Familias

La Bendición de las Familias
por Elvira Arellano, El Diario-La Prensa
14 de enero, 2009
http://www.impre.com/eldiariony/opinion/columnistas/2009/1/14/la-bendicion-de-las-familias-103197-1.html

La semana pasada les escribí sobre el Día de los Reyes, instando a la gente en Nueva York a que participaran en el foro familiar en la iglesia La Sinagoga con el congresista Luis Gutiérrez. La expectativa de dicho encuentro fue que ciudadanos norteamericanos con uno o más miembros indocumentados en sus familias se presentaron para que la agrupación de congresistas latinos pueda llevar sus casos al nuevo presidente, Barack Obama. Otra expectativa fue que los fieles de Nueva York y sus pastores podrían abrazar a estas familias con su amor y apoyo.

Me dio mucho gusto enterarme que el encuentro fue un tremendo éxito, y de que cuatro congresistas asistieron, además de cientos de cleros y más que 2,000 personas. Al principio pensé: ¡Que bendición para las familias y para los indocumentados tener tanto apoyo como los latinos se unieron para exigir una moratoria sobre las redadas y separación de familias!

Siempre celebramos el día en que los tres Reyes vinieron a dar honor al niño Jesús. También queda escrito que después de que se fueron, María y José y su milagroso hijo tuvieron que marcharse como inmigrantes a Egipto para salvarle la vida de la criatura de los asesinos que el rey Herodes, con su rabia y odio, mandó a matarlo. El 6 de enero, a mí me invitaron a la Parroquia de San Miguel Arcángel de Atitalaquía en el estado de Hidalgo, México, para ser testigo a inaugurar un nuevo albergue para inmigrantes, que se llama “La Casa de los Pobres”.

La Casa de los Pobres fue establecida para dar albergue y comida a mucha gente muy necesitada que pasan por este pueblo, como a muchos otros pueblos mexicanos. Algunos vienen de regreso sin nada tras ser deportados de los Estados Unidos, mientras que otros vienen desde el sur, sostenidos sólo por sus sueños. Es un intento lindo y generoso. En el día de la inauguración, unas 500 personas de distintas iglesias vinieron y el obispo empezó a dar su bendición. Un sacerdote lo interrumpió en forma cortés para contar lo que había sucedido el día anterior.

Como pintaban las paredes y preparando el lugar para la ceremonia, vieron a un matrimonio afuera. Tenían las caras flacas y se veían cansados, y la mujer estaba cansada. Eran emigrantes, buscando un trabajo para criar a su hijo que pronto iba a nacer. Los trabajadores en la casa los invitaron a entrar, les dieron albergue y comida y les invitaron a quedarse a descansar, a pesar de que la “Casa” todavía no estaba abierta en forma oficial. Cuando los dos jóvenes intentaron darle las gracias al sacerdote respondió que no, “son ustedes que nos han bendecido con su presencia”. Y así fue que, interrumpiendo al obispo, el sacerdote explicó que la Casa de los Pobres ya había recibido su bendición un día antes, por una familia muy parecida a la de María y José.

Creo que los ciudadanos norteamericanos que tienen la seguridad de tener sus papeles, que salieron el sábado pasado para defender a las familias bajo el peligro de ser separadas, también fueron benditos por ellos. Pues cuando protegemos a nuestro hermano, cuando nos unimos para nuestro pueblo y su derecho de vivir como manda Dios, entonces estamos entre los benditos también.

The Blessing of the Families
by Elvira Arellano, El Diario-La Prensa
January 14, 2009

Last week I wrote on the day of the three kings urging people in New York to participate in the family unity forum at La Iglesia de Sinagoga with Congressman Luis Gutierrez. It was the hope of this meeting that U.S. citizens with an undocumented member of their family would come forward so that the Congressional Hispanic Caucus could bring their cases to President Elect Barack Obama. It was also the hope of that meeting that the faithful of New York and their Pastors would surround these families with love and support.

I was so happy to hear that the meeting was a great success and that four Congress members were in attendance, hundreds of pastors and over 2,000 people! At first I thought, what a blessing for the families and for the undocumented to have such support as Latinos united to demand a moratorium on the raids and deportations and to stop separating families.

We often celebrate the day in which the three kings come to honor the baby Jesus. It is also written that after they left, Mary and Joseph and their newborn miracle child had to go as migrants to Egypt to save the life of that child from Herod's murderous rage and hatred. On January 6th, I was invited to the Parroquia de San Miguel Arcangel de Atitalaquia in the state of Hidalgo to help inaugurate a new house for immigrants called "La Casa de los Pobres."

La Casa de los Pobres was established to give shelter and food to the many who come through this pueblo, as with so many of our pueblos, who are in such great need. Some coming back from the United States with nothing after deportations, some coming from the south with only dreams to sustain them. It is a beautiful effort.

On the day of the inauguration about 500 people from different churches came and the Bishop began to give a blessing. A priest interrupted him, politely, and told him what had happened the day before.

As they were painting the walls and preparing the place for this ceremony they saw a young couple outside. Their faces were thin and tired and the woman was pregnant. They were migrants, searching for a place in which they could find work and raise their soon-to-be-born child.

The workers in the house invited them in, gave them shelter and food and invited them to stay although the Casa was not yet officially opened. When the young couple tried to thank the father, he replied, no, you have blessed us with your presence. And so it was that, interrupting the Bishop, the father explained that the Casa del los Pobres had already been blessed the day before, blessed by a family like Mary and Joseph.

I believe that the U.S. citizens, those with the security of papers, that came out last Saturday to defend the families that are facing separation were also blessed by them. For when we are "our brother's keeper", when we stand together for our people and our right to live the way God intended us to live, then we ourselves are truly blessed.